jueves, 12 de junio de 2008

Un Genio para el Diablo

-Entonces...¿lo volvería a hacer?- Pregunta dramáticamente Carlos Pinto al abogado defensor Daniel Castillo. Una pausa, silencio. Lentamente responde -Si
Entonces la esperanza de un "no, estoy arrepentido, pido disculpas y lloro cada día por lo que hice" se desvanece. El hombre logró que Ramón Pardo y su mujer Jacqueline fueran condenados a 5 años por matar a sus 7 hijos recién nacidos. De alguna forma, el asesinato de estos niños pasó a ser aborto. Deberia odiarlo. No tiene ética, es un malvado, un abogado del diablo que más encima gana el juicio. Si hasta parece que se reia de los bebes fiambres.
Eso se llama ser quisquilloso. Queremos que el país avance y ser desarrollados y bla bla bla. Pero se aborrece a los que cumplen con su trabajo. Sea cuál sea.
Mucho se habla y predica sobre la ética del trabajo. Y pobre del infeliz que no la haga cumplir y se sepa. Si lo vemos de esa forma, al parecer la "ética profesional" tiene límites bastante ambiguos.
Hace algunos años, el mundo se impactó y santiguó frente a la foto que mostraba a un pequeño etiope observado muy de cerca por un buitre cuya cara parecía decir "Mmmm...hoy cenaré negrito fresco". Y hasta hoy se mantiene el debate si el fotógrafo debió o no espantar al ave y auxiliar al niñito en lugar de tomar aquella fuerte imagen.
De la misma forma, el abogado que logró rebajar la pena a los infanticidas quedó estigmatizado. Si es capaz de defender a ese hombre...¿Por qué no puede ser el anticristo? Gente como ellos es la que transforma este mundo en una réplica de Sodoma y Gomorra. Igual que los que armaron la bomba atómica, los que fabrican armas, los genios de la genética...un montón de seguidores de Lucifer, amigos de Nosferatu y sirvientes de la Quintrala.
Y bien, si en esas estamos, culpemos también a los creadores de Internet por la pornografía, a los camarógrafos por las películas XXX, a los panaderos por la obesidad, a los constructores por los terremotos y a los periodistas por las desgracias. Es decir, en poco tiempo el mundo estaría poblado por hormigas y cucarachas.
Continuando con el ejemplo de Daniel Castillo, me parece extraño que un abogado con sus capacidades no se encuentre ejerciendo su profesión. Si logró salvar a Ramón " Padre del Año" Pardo, tiene el potencial para secar en la cárcel al famoso Miguelito (que me tiene harta), a la mangalada de imbéciles de Chiledeportes y al tipo que mató al hermano de mi amiga para robarle un reloj. Si demostró que puede hacer su trabajo ¿Es justo castigarlo? ¿Negarle la oportunidad de ayudar y ser un aporte a la justicia chilena?
Pensemos, por ejemplo, en los hackers. Una verdadera plaga que se propaga con el arrollador avance de la tecnología e informática. Siempre van un paso adelante, y en su mayoria son autodidactas...¿Hasta dónde llegaríamos si se utilizara su talento con fines menos dañinos? Creo que se podrian conseguir rápidos adelantos. Al igual que si los típicos graffiteros (los de verdad, no rayar "Susy te amo" en una puerta con plumón) estuviesen encargados de ornamentar las grises paredes en la ciudad. Así como ellos y tantos otros, los talentos deben ser aprovechados. Y, definitivamente, no pueden aprovecharse si sus creadores están sin trabajo, o si se les juzga por ser eficientes en su vocación. No dar oportunidades a quien se sabe que lo hará bien, eso para mí es la real falta de ética.
Y para finalizar, y ya que estamos cerca del "Día del Padre" quisiera enviarle un saludo al ya mencionado abogado y a Ramón Pardo. Asesinó a 7 niños, peró aún tiene 2 hijos, por lo que legalmente le corresponden saludos. Asi que Felicidades Daniel y Ramón, disfrute a sus hijos, o por lo menos, a los que no ha matado.

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