miércoles, 20 de febrero de 2008

Memorias Jornaleras de una Ex-Pingüina


Recuerdo cuando era pingüina. Aunque más bien era berenjena,porque el tono burdeo impactante del uniforme no te dejaba pensar en otra cosa. Recuerdo los momentos felices cuando entraba a las 7:45 y salía a las 13:00, todos los días. Llegaba a mi casa, almorzaba, me cambiaba ropa...que bonita época.
Pero la felicidad fue bastante efímera. La Jornada Escolar Completa llegó y de un zarpazo destruyó los felices años de escuela y liceo.
La intención, para variar, era muy buena: Se llegaba al colegio, se pasaban las materias y en las demás horas se hacian talleres, electivos, o se usaban para realizar las tareas o trabajos, para llegar a la casa con los deberes cumplidos. Si a alguien le resultó así, que por favor me mande un correo.
Niños cansados, profesores estresados, almuerzos que daban risa o pena, y un montón de horas perdidas en la nada. Todo el mundo llega a su casa con deseos de que el sábado llegue luego. Sin mencionar que nunca jamás hicimos tareas en el colegio.
A pesar que creo que la exigencia en los colegios no es mucha, y que son muchos los factores que influyen, me parece que este sistema no es precísamente un éxito.
La solución a la educación chilena no pasa por mantener a los pingüinos en el colegio por más horas. Se necesita mucho mas que muuucho tiempo. Ya lo dice el refrán: Calidad y no Cantidad.
A la larga, entre el desgaste y la poca planificación (no necesariamente de parte de los profesores) la JEC recibe, a diario, más insultos que halagos; insultos verbales de parte de alumnos, y mentales de parte de los docentes. No me explico por qué se mantiene.
Sencillamente no veo los beneficios. Ni han subido los puntajes, ni ha bajado la delincuencia (Más horas en clases = menos horas en la calle = menos delincuencia), ni se logró la paz mundial. Lástima. En verdad pensé que se podía lograr la paz mundial esta vez.

domingo, 10 de febrero de 2008

¡Feliz Primer Cumpleaños!


Si en las efemérides se nombra la muerte de Hitler y la Caida del muro de Berlín, no veo por qué no hablar del Transantiago. Una tragedia de tiernos 365 dias de vida,según algunos. Creo que tengo todo el derecho de opinar porque durante dias se monopolizó cruelmente noticiero, diario, radio y/o cualquier otro medio de expresión con estas curiosas micros blanquiverdes. Pero no todo es terrible: En primer lugar, destaco la enorme cantidad de comediantes que surgieron a raiz de la polémica reforma. Desde caricaturas hasta videos aficionados. Mención especial al militante de cierto partido político (Risiblemente Nuevo) que ayer declaró " Y es por la burla, por la muerte de la dignidad de las personas, que hemos decidido festejar con un ataúd en forma de torta".
La segunda razón es que creo que estéticamente, estas micros son mucho más poéticas. Verde esperanza y blanco pureza. Pura esperanza que pase tu micro,parece.
La tercera causa de que no use el Slogan "Lagos, eres papá del Transantiago, y tu hijo es un desastre" es que no puedo evitar que me enternezca. No Lagos, sino la divina ingenuidad de Chile. Los japoneses tienen un sistema increiblemente similar al santiaguino. AL preguntarle a una ciudadana cuanto les llevo acostumbrarse, sin inmutarse la mujer de ojos ragados dijo " celca de 10 años" El periodista, asombrado, le comenta esta reforma se hizo en 3 meses. Creo que la pobre nipona apenas aguantó la risa.
Y finalmente, la última razón de mi No-Odio al sistema es que vivo en un lugar en que las micros tienen números de 2 dígitos, el pasaje está a 300 pesos, y si me da la gana,llego caminando.
Alabada sea la centralización.

jueves, 7 de febrero de 2008

Del Amor y Otros "Dia de..."


A pocas semanas del 14 de Febrero, Día del Amor y la Amistad, se puede sentir en el aire ,sobre todo el que se encuentra dentro de las tiendas, cómo esta fecha nos llena de un enorme sentimiento: Compra,compra,compra!!!
Lejos del ya archiconocido estereotipo "Odio San Valentín porque estoy sin pareja (O porque terminé en esa fecha)", otro pensamiento tambien ronda la mente de quienes no ven la invasión de corazoncitos con buenos ojos: Fecha Comercial.
Si,asi es. Entre Navidad y Navidad es necesario que el comercio de los chocolates y papeles de regalo tome impulso. Y no sólo esta cupidezca temporada es acusada de tener la misma procedencia: El día de la Madre,del Padre,Del abuelo,Del escolar...tantas fechas donde dar una pequeña muestra de nuestros sentimientos es importante y saludable. Donde las tiendas se decoran con motivos alusivos a la celebración. Donde es muy fácil ver a hordas de "Demostrantes de Afecto" con paquetes de regalo en las manos, tarjetas en los bolsos y flores tras la espalda.
Según la tradición (una de tantas,hay muchas versiones) ,San Valentín fue un hombre que casó a los enamorados a escondidas cuando estaba prohibido hacerlo bajo la religión católica. Este sujeto,como buen santo,fue asesinado por quienes se encontraban a favor de la solteria eterna. Es por ello que se celebra la unión y el amor.
Santa Cecilia murió cantando, y el Día de la Música o de los Cantantes no tiene tanta popularidad. De seguro cuando la industria musical se entere, y tras una genial campaña publicitaria, nos veamos rodeados de mensajes del tipo "Porque te acompaña siempre...Feliz Día de la Música". Ni hablar de Santa Apolonia, encargada de aliviar dolores dentales: "Abraza a tu dentista,regálale Colgate...Feliz día de los dientes que ya no duelen!!!".
Me parece que es suficiente con los "Feliz Dia de..." que existen. No son inventos comerciales,pero en mi opinión,definitivamente el comercio fue quien eligió qué dias presentaban mayor utilidad. Feliz San Valentín,auspiciado por Chocolates Nestlé.
Sin embargo,tambien tengo mi corazoncito. Y reconozco que representa algún tipo de ayuda el que ,por lo menos un día al año, se valore cosas tan importantes como las madres, los abuelitos, o la pareja que tienes. No debería ser necesario; idealmente, se deberia tener esto en cuenta todo el año, pero no suele ser la realidad. He ahí la noble misión de los "Feliz Día de...".Después de todo,soy muy optimista.