martes, 4 de marzo de 2008

Prototipos Juveniles: ¿Quién dijo Yo?


Llegó Marzo. Lindo mes, entre Febrero y Abril. Una de las cosas que nos trae es la llamada "Guerra de las Teleseries", y nuevamente me siento en vitrina. No se trata de que sea una actriz encubierta, sino de la gran cantidad de telenovelas orientadas a un público puberto-juvenil, el estandarte de los estereotipos juveniles.
Son innerentes a la manoseada frase "Teleserie Juvenil". El nerd con lentes, la bonita y perversa, la bonita dulce, la gordita, el drogadicto, la "ligerita de cascos", el payaso...todo un mundo de posibilidades. Es que si no eres uno de esos ¿Qué eres?. Yo salí del colegio hace muy poco, y les puedo asegurar (tengo pruebas) que muy pocos de mis compañeros tenian una clasificación tan autoritaria. El mejor estudiante no usó jamás lentes, la matea de la clase se fugaba la última hora, el payaso de la clase era casi medio salón, los combos nunca fueron por lios de faldas, y, definitivamente, ninguno de nosotros parecía de 25 años.
No puedo evitar pensar que si alguien no conociera las salas de clases, y se decicara a estudiar los varias especímenes que se muestran en pantalla, se llevaría de pronto una decepción tremenda.
Y me surgen dudas...¿Porque mis compañeros no median 1.80? ¿Por que no ibamos todos al mismo local al salir de clases? En mi curso muchos usaban lentes, no sólo el mejor promedio ¿Eramos anormales?...¿Acaso es impensable que alguien sin anteojos pueda ir a la biblioteca? Además, es estadísticamente imposible que en cada curso alguien sea hija del director o dueño del colegio, y a pesar de que entiendo que es un problema grave, la bulímica del curso lo disimuló bastante bien. Tan bien, de hecho, que jamás se desmayó en la sala,por lo que no se unió el curso para apoyarla y sacarla de la crisis.
Es cierto, como en casi todos lados, tuvimos momentos de teleserie, hubo conflictos, peleas, amorios...pero jamás fueron forzadas, y nunca seguimos un esquema tan estricto para repartir los roles.
Quizás se debe a que los humanos, digamos " fuera de la pantalla", somos más complicados, y un semestre no alcanza para mostrar todo lo que se vive dentro de un uniforme escolar. Es más fácil poner a un chiquillo con la ropa impecablemente desordenada y que tire un par de chistes, que entrar a fondo en los típicos payasos. Entre poner a un tipo de lentes, con ropa perturbadoramente formal, que no sepa bailar y con una pila de libros en la mochila, y a un grupito al que le va bien, pero que a veces no presta atención y estudia esa misma mañana, la elección parece fácil.
Sin embargo, no pierdo la perspectiva de que las teleseries, que muestran taaan realmente el mundo escolar, no están creadas para ser una obra maestra de la cultura, ni una expresión artística de sensibilidad exquisita. Están para entretener, y punto.
Los estereotipos son necesarios para la industria televisiva. En especial para retratar un mundo tan complejo y cambiante como el que se crea cuando un grupo de jóvenes, que con suerte sólo tienen en común el uniforme, se encierran durante 9 meses a vivir los años más frenéticos de su vida.

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