sábado, 10 de mayo de 2008

Sexo con Ropa...perreo seguro


No pienso perder el tiempo polemizando si el Reggaeton es o no una forma de música apta para menores de 18 años, si corrompe la moral o si todos suenan exactamente igual. Nada de eso es muy importante, y de todas formas, las discos no lo van a quitar porque yo opine que no vale la pena. Tampoco me preocupa la disyuntiva moral del baile del Koala, del Sapito, del Oso, la Pulga o lo que sea. En primera, porque podría escribir mil párrafos sobre el tema, y honestamente no tengo ganas de hacerlo, y en segunda porque si voy a ponerme a criticar este baile, entonces también seria el ya fallecido Axé, el Rock'n'Roll, el Tango, La Lambada, el Go-go y casi todos los bailes existentes, pasados y futuros. Aburrido.
Los bailes no corrompen a la sociedad. La música es un reflejo de ella, de lo que está pasando, y lógicamente, hablar de sociedad implica dejar a muchos a de lado. No todo el mundo baila al son de Don Omar, asi como no todos supieron bailar minué en su época.
Si hoy me topo por acá o por allá coreografías del tipo "Música Libre" debo decir que me río durante un buen rato. Son tontas y sin sentido. Y en su momento fueron acusadas de lo mismo, sin que eso impidiera que ordas de jóvenes se convulcionaran al ritmo de "no me molestes mosquito".
Puede o no gustarte la música de moda. Los hits del verano que suenan hasta porque te estás muriendo ahogado, y las coreorafías al más puro estilo "High School Musical". No queda más que tener paciencia, y esperar a que pase de moda.El huachalaje no se tarda mucho en cambiar de tendencia y adoptar otro estilo. El único inconveniente es que cuando el reggaeton muera, vendrá otro baile. Y sonará, sonará y sonará. Sin descanso, sin respiro.
Despues de todo, pareciera ser una obligación el que se piense que los jóvenes son corrompidos por algo, cualquier cosa. Música, televisión, películas, videojuegos, internet...un mundo que busca transformarnos en unos perdidos. Nosotros, con nuestros criterios no formados y falta de disernimiento somos una amenaza pública. ¡Oh, por Dios, tengo 19 años y estoy fuera de control! ¡Por favor, por favor, deténganme! ¡Eviten que me convierta en una adoradora de Satán, en una acólita del diablo!¡Instituciones oficiales y no gubernamentales, sálvenme de mi misma!
Por favor. Tener menos de 30 no me convierte en un demonio. Ni en una incomprendida, desvalida o drogadicta. Baile o no reggaeton. Vea o no dibujitos japoneses. Tenga el pelo castaño, largo y liso, o verde con moicano y aros hasta en el pulmón.
No entiendo el afán de culpar a "la juventud" por la decadencia social, si la sociedad somos todos. Se supone. No lo sé, como soy parte de la juventud, es probable que sea un mostruo hambriento de sexo, trago, droga...y reggaeton.

1 comentario:

Gilly dijo...

Ok... mori con lo ultimo...
Pero tambien tiene q ver en el disernimiento que tiene el mismo "adolescente" para decidir si se deja influenciar o nop... en mi caso me carga esa musica, pero = la bailo cuando voy a un carrete y la paso bien... pero de alli a rayar la papa pesao comorandome todos los cds y escuchando esa musica a cada rato, hay una gran brecha.

En fin, como siempre he pensado, sobre gustos no hay nada escrito... puedes amar el regeatton, pero mientras lo escuches con audifonos y para ti, genial... es distinto q si me lo imponen con las tremendas bocinas de sus autos, los ringtones del celular en clases o q se yo...

La libertad de uno termina donde comienza la del otro...

Buena entrada!!
Idola!!

Gilly